CARACTERÍSTICAS COMUNES DEL SUICIDIO
La definición del suicidio de Schneidman (1985) sintetiza las características comunes del suicidio, cada una de las cuales tienen implicaciones para la prevención e intervención:
- El estímulo común en el suicidio es el insoportable dolor psicológico. La principal regla clínica es reducir el nivel de sufrimiento, con frecuencia sólo muy poco, de manera que el individuo escoja vivir.
- El catalizador común en el suicidio son las necesidades psicológicas frustradas. el suicidio parece una elección lógica para el individuo que lo comete, y se comprende mejor cmo resultado de necesidades obstruidas o insatisfechas.
- El propósito común para el suicidio es la solución. El suicidio no es un acto al azar; no se realizan sin sentido o propósito. El suicidio se ve como una respuesta común a la pregunta de: “¿Cómo salgo de esto?”.
- La meta común para el suicidio es la suspensión de la conciencia. De modo paradójico, el suicidio es tanto un movimiento hacia y un movimiento de alejamiento de algo. La meta es terminar con la conciencia de uno sobre el dolor insoportable y los apremiantes problemas de la vida.
- La emoción común del suicidio es la desesperanza-fatal de ayuda. Los estudios sobre el suicidio observan profundas emociones básicas tales como vergüenza, culpa y dependencia frustrante, en lugar de la hostilidad que se ha asociado con el suicidio de manera tradicional. Subyacente a todos estos sentimientos, de cualquier manera, es la emoción de impotencia, del sentimiento de desesperanza-fatal de ayuda: “…No hay nada que pueda yo hacer, excepto cometer suicidio, y no hay alguien que pueda ayudarme con el dolor”.
- La actitud interna común hacia el suicidio es la ambivalencia. La persona suicida siente tanto que quiere morir como que quiere vivir (que la rescaten), los clínicos pueden utilizar esta ambivalencia para ganar tiempo, en busca de generar otras soluciones para la situación dolorosa.
- El Estado cognoscitivo común del suicidio es la constricción. En lugar de verse al suicidio como psicosis, neurosis o trastorno del carácter (pensamiento “de loco"), el suicidio se comprende mejor como una constricción psicológica de sentimientos y pensamientos, y un estrechamiento de la gama de opciones o actitudes disponibles para continuar con la vida. Como observa Schneidman, “no es algo por hacer cuando uno no está en su mejor disposición. Nunca te quites la vida cuando estés en un estado suicida”
- El acto interpersonal común del suicidio es la comunicación de la intención. La gente que piensa en matarse a sí misma, de manera usual da claves claras sobre el inminente suceso mortal, lo cual es su comunicación de la intención. El reconocimiento de esas claves (lo mismo clamores por ayuda, murmuraciones o silencios entendidos) es indispensable en la prevención del suicidio
- La acción común en el suicidio es la salida. La salida es la escapatoria o huida de una situación tensionante, que indica que la acción de la persona suicida es terminar con el dolor al cambiar el escenario.
- La persistencia común en el suicidio son los patrones de enfrentamiento de toda la vida. En tanto el acto del suicidio no tiene precedente (sólo puede ocurrir en una ocasión), existen profundas persistencias en los patrones de enfrentamiento que se han intentado toda la vida los individuos suicidas. Los clínicos deben mirar hacia los episodios previos de la perturbación, la capacidad para soportar el dolor psicológico, y la tendencia a la constricción y el pensamiento dicotómico, como claves para el comportamiento que amenaza a la vida
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